Cuestión de tiempo (I)

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Intenta seguir leyendo, hacer caso omiso del reloj que suena en la habitación de al lado.

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Es imposible. No le molesta el ruído, es apenas imperceptible. Pero no puede evitar pensar en el tiempo. El tiempo que pasa, rápido como un rayo, desvaneciéndose a cada segundo. El tiempo que se va para no volver. Tiempo perdido en silencios incómodos y experiencias que habría preferido no vivir.

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Un segundo: el paso del tiempo también le ha regalado momentos maravillosos. Desde luego hubo gente que se fue, pero también mucha que llegó en el mejor momento.

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Es la hora. Coge su abrigo de pana, las llaves y sale de casa. Por el camino no puede evitar pensar en las fotografías de otros años, en los que todos los jóvenes vestían de pana. Hasta hace apenas un par de meses no entendía el porqué de seguir una moda que calificaba de espantosa: hace poco menos de un mes recorría las tiendas sin descanso en busca de una cazadora de pana. Quizás el tiempo sí que vuelve, después de todo...

CONTINUARÁ...  ;)